martes, 1 de febrero de 2011


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miércoles, 14 de octubre de 2009

domingo, 17 de mayo de 2009

domingo, 16 de noviembre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

DIARIO: EL ARGENTINO DE GUALEGUAYCHU

Martes | 14.10.2008 | Gualeguaychú . Entre Ríos . Argentina | Actualizado: 14:05

Información General

Una ONG pide apoyo para conseguir una ley en favor de la vida

La ONG “Sumate a dar vida” impulsa un proyecto de ley que obligue a las obras sociales a cubrir los tratamientos de fertilización asistida.

Silvina Barceló y Lorena Nadalín, son dos madres de la ciudad de Gualeguay que integran la ONG Sumante a dar vida, que nuclea a la comunidad de pacientes con problemas para concebir.
Esta ONG, cuenta con grupos organizados en distintas partes del país que comenzaron desde hace cuatro meses a juntar firmas para que el Congreso de la Nación trate el proyecto de ley que obligue a las obras sociales a que incorporen dentro de su Programa Médico Obligatorio, los tratamientos de fertilización asistida, que es la única vía posible para lograr un embarazo en parejas con dificultad.
Actualmente estos tratamientos rondan entre los 2 mil a 17 mil pesos de acuerdo a su complejidad, lo que dificulta que el tratamiento esté al alcance de todos.
“Nosotros necesitamos 300 mil firmas para que este proyecto de ley vaya al Congreso, y con su aprobación, genere un marco legal que obligue a las obras sociales a cubrir el tratamiento de fertilziación asistida”.
Las referentes de esta ONG en Entre Ríos, estuvieron el sábado por la tarde en Plaza Colón y en la semipeatonal, levantando firmas para el proyecto de ley, además de recibir el apoyo incondicional de muchos gualeguaychuenses que firmaron la planilla.
“En Argentina una fecundación in vitro cuesta 18 mil pesos, más todos los estudios previos que hay que hacerse, donde las obras sociales no cubren nada de eso. Un espermograma, cuesta 119 pesos, que si bien algunos laboratorios de la provincia lo hacen, pero no son tan completos como los que solicitan los médicos en Buenos Aires. Por ejemplo yo me hago atender en el Hospital Rivadavia, que trabaja a la par con los institutos especializados, y de esta forma me resulta más barato que ir personalmente a un instituto”, explicó.
Hasta ahora lo que se ha logrado es que se hayan multiplicado los fallos judiciales que obligan a obras sociales y prepagas a pagar los tratamientos de fertilización asistida, pero estas compañías se quejan de la falta de regulación y reclaman fondos adicionales, pero esos fallos solo sirven para atender los casos puntuales de las demandas.
El 15 por ciento de las parejas en edad madura, unas 600 mil personas, afronta problemas de infertilidad, según datos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva.
“Las obras sociales tampoco cubren los trabajos de parto, porque a la fecundación in vitro la pareja la tuvo que hacer por fuera de la obra social”, remarcó Barceló que tuvo éxito en su intento de fertilización in vitro y logró tener un hijo.
Las referentes de esta organización, esperan que alguna institución o parejas que tengan problemas de infertilidad se sumen a esta campaña a través de la página web: www.infertilidad-arg.com.ar , donde podrán bajar las planillas para comenzar a levantar firmas. Por cualquier consulta pueden escribir a sumateadarvida-entrerios@hotmail.com Tel: 03444-428043-15628650.

martes, 7 de octubre de 2008

Costo... pero al fin... lo logramos.

GUALEGUAY.E.RIOS tiene a SUMATE en las calles!!!!




ESTAMOS RE CONTENTOS EN E.RIOS X EL LOGRO!!
VENIMOS MUY BIEN.
Y FALTA MAS X DAR AUN.
ESTAMOS DEJANDO TODO EN ESTA INICIATIVA,FUERZA A TODOS Y SIGAMOS ADELANTE X NUESTRO FUTURO Y EL DE LOS QUE VENDRAN.

SIL

jueves, 4 de septiembre de 2008

nota de la semana. DEBATE PREGON (E,RIOS)

Jueves 04 de Septiembre de 2008 - Gualeguay . Entre Ríos. redaccion@diariodebatepregon.com.ar

NOTA DE LA SEMANA
"Esta enfermedad es una enfermedad de a dos"

En diálogo con esta Sección de "EL DEBATE PREGÓN", Silvina Barceló nos habla sobre esta enfermedad y sobre la lucha de una comunidad de matrimonios de todo el país, para conseguir la Ley de Infertilidad, que abarcaría muchos puntos importantes, como la cobertura de los tratamientos por parte de las obras sociales y la regulación de los embriones que sobreviven y no son inyectados en la mujer. Silvina y Juan son padres de Ángelo, a quien lograron concebir luego de intentar el tratamiento en dos oportunidades. Hoy, están realizando otro tratamiento.


¿Desde hace cuánto tiempo se viene gestando este proyecto?

Barceló: Este proyecto, "Sumate a dar vida", salió a la luz masivamente el 17 de mayo cor un abrazo simbólico al Obelisco que realizaron un grupo de matrimonios. Pero comenzó mucho antes, en una página de internet cuya dirección es: www.infertilidad-arg.com.ar, que fue creada por Carina Dugo, quien tiene esos problemas y tuvo la idea de comunicarse con otras parejas que estaban pasando por lo mismo. Así fue que se gestó una especie de comunidad que se ha organizado muy bien. Existe una representante del interior que vive en San Luis y es mi coordinadora, la responsable de prensa, que ha sacado el tema por los medios nacionales.

¿Tuviste algún problema con tu obra social?

Barceló: Hasta el día de hoy, no he tenido problemas con mi obra social; me ha cubierto todos los estudios; los que no, me los he realizado en Buenos Aires, en un hospital, el Rivadavia. Sería bueno que en todos los hospitales públicos se trate esta enfermedad porque la esterilidad, la infertilidad son enfermedades. En mi caso, tengo las trompas tapadas producto de una infección no detectada, pero existen infinitas que pueden afectar tanto a la mujer como al hombre. Esta enfermedad es una enfermedad de a dos: te une o te separa.

¿Han pensado con tu marido en hacerle juicio a la obra social como otras parejas que ya lo han intentado y han ganado?

Barceló: Me parece que es egoísta porque al hacer un juicio a la obra social sólo obtendría un beneficio yo y desde que comencé con esto yo estoy luchando por todas las parejas que tienen este tipo de problemas en Gualeguay y en otros lados. Yo la pasé y la sufrí sola con mi marido, juntando cada centavo y me imagino lo que debe ser para una pareja que no puede juntar el dinero, que no tiene obra social y que no cuenta con esta ley. Este grupo está en toda la Argentina y es "todo para todos".

¿Qué falta para que jurídicamente se reconozca a la infertilidad como una enfermedad?

Barceló: Tenemos que juntar trescientas mil firmas para una ley, que debería haber salido. Este es el cuarto proyecto. Yo no entiendo mucho de leyes, soy una simple mamá, ama de casa, que un día se metió al chat y decidió participar en eso que creo es muy importante y va a ayudar a muchas parejas. La gente de Gualeguay me ha ayudado mucho, colaborando con su firma, me ha dado mucha fuerza para seguir adelante.

Además del apoyo de la gente en general, ¿se acercan parejas con este tipo de problemas?

Barceló: Sí, se acercan a preguntar. Hay muchas parejas que se van directamente a un instituto privado en donde el tratamiento es mucho más costoso, sólo una consulta cuesta alrededor de ochocientos pesos. Por eso, mi intención es informar que también están los hospitales públicos; en Buenos Aires: el "Duran", el "Hospital de Clínicas" y el "Rivadavia"; muchas veces se le tiene miedo a lo público, pero sé, porque me estoy haciendo tratar en uno, que la atención es excelente y gratuita. También, me cuentan lo que les van a hacer y me preguntan si les va a doler y yo los entiendo porque cuando arrancamos con Juan, mi marido, no sabíamos qué hacer. En Gualeguay, en este momento, somos cuatro matrimonios los que estamos en esto y nos cuesta mucho sumar a otras parejas.

¿La infertilidad y la fertilización asistida sigue siendo un tema tabú?

Barceló: No tanto como hace diez años; hoy se está hablando más en los medios de comunicación. Se está dando mucho más información y nuestra intención es esa, inclusive, con la firma me han preguntado si sólo tiene que firmar la gente con esta enfermedad. En realidad, pueden firmar todos los que quieran ayudar y apoyar esta causa. Yo lo tomo con naturalidad, por eso puedo hablar del tema.

Vos ya hiciste el tratamiento y nació Ángelo ¿cómo fue tu experiencia?

Barceló: Yo tuve que hacer el tratamiento dos veces. La primera vez, sobrevivió un solo embrión que fue el que me inyectaron; esto no se hace en el Hospital, sino que te derivan a uno de los institutos privados, con un arancel hospitalario. Hace cinco años atrás nos costó mil quinientos pesos, cuando en un instituto privado salía directamente entre ocho mil y diez mil pesos. Luego que me transfirieron ese embrión, tuve que viajar y hacer quince días de reposo, para poder hacerme la beta, que es el análisis que indica si estás o no embarazada. A mí me dio negativo, fue un golpe duro pero tuvimos el apoyo y aliento de amigos y familiares para que volviéramos a intentarlo. Así, que lo intentamos por segunda vez. En esa oportunidad me inyectaron tres embriones. Sobrevivieron siete u ocho, y luego de firmar el contrato, transferimos tres que es el límite. Viajé para hacer el reposo, a Tala, donde me cuidaron mis suegros, mientras que mi marido estaba trabajando en Gualeguay. Cuando me hice el análisis, dio positivo; imaginate la emoción, el tener que contárselo por teléfono a Juan y, también, la incertidumbre de no saber si era uno, dos o tres hasta que viajamos a Buenos Aires para hacer la ecografía. Finalmente, nació Ángelo.

¿Qué ocurre con los embriones que sobreviven y no son inyectados?

Barceló: En el mismo contrato por el cual te transfieren el o los embriones, se establece que quiere hacer la pareja con los restantes embriones. Existen tres opciones, congelarlos, donarlos para otras parejas o donarlos para experimentos médicos. La tercera opción no la elige ninguna pareja. Nosotros decidimos congelar los embriones, para utilizarlos en otro nuevo tratamiento en caso de que el segundo fallara, y, de lo contrario, donarlos a otra pareja. Pero en el instituto nos llamaron para avisarnos que los cinco embriones no habían sobrevivido. La intriga más grande que nos queda a todas las parejas es saber si, en verdad, esos embriones no sobreviven o ellos los venden. Hasta hoy, tenemos miedo de ir a Buenos Aires y encontrar un nene igual a Ángelo. Para los institutos, somos un negocio; si esta ley sale, a muchos institutos se les viene abajo este negocio.

¿Entonces esta ley también regularía este punto?

Barceló: Sí, obligaría a estos institutos a hacer un censo de cuántas personas se fertilizan por año, cuántos embriones están congelados. Años atrás se intentó hacerlo pero luego se abandonó. En España se realiza y funciona muy bien. La Iglesia Católica está en contra de este procedimiento, por eso, uno de los puntos de la ley es no donar los embriones que sobrevivan y no sean inyectados; sólo se podrían congelar los embriones para una pareja; en caso de donar, el espermatozoide, por un lado, y, el óvulo, por el otro. Aparte de eso, la ley abarcaría muchas cosas.

¿Dónde puede firmar la gente que quiera sumarse a este proyecto y cómo se pueden contactar con vos parejas que tengan estos problemas?

Barceló: Este domingo a partir de las dos de la tarde, estaremos juntando firmas en el Parque, en Radio "Activa" que festeja su primer aniversario y nos invitó a estar presente. Cualquier pareja que tenga alguna duda, puede contactarse conmigo en "sumateadarvida-entrerios@hotmail.com" o en el blog "sumateadarvida.blogspot.com"; estoy conectada, todos los días, hasta las tres de la mañana.

Islas malvinas 170 . CP 2840 . Gualeguay . Entre Ríos . Argentina | (03444) 42-3115 | Todos los derechos reservados. JPG

miércoles, 13 de agosto de 2008

lunes, 14 de julio de 2008

GUALEGUAY AL DIA

14/07/2008




Juntan firmas para que las obras sociales consideren la infertilidad una enfermedad

Hay que tener valentía para contar historias propias y hacer que otras parejas, se vean reflejadas en ellas. Pero lo que buscan es poner un poco de justicia donde no la hay, en ese deseo de formar una familia. Silvina Barceló y Evangelina Bruzzone están peleando junto a sus esposos, desde hace años, por tener hijos y para que las obras sociales en la Argentina reconozcan la infertilidad como una enfermedad.


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La iniciativa, busca ahora cristalizarse a través del Congreso de la NACión: para eso necesitan 300.000 firmas.

«Como toda pareja, nosotros nos casamos, disfrutamos el matrimonio y por supuesto que aparece el deseo de formar una familia, tener hijos. Lamentablemente no pudimos, y después de muchos estudios llegamos a averiguar que teníamos las trompas tapadas. Yo tuve un embarazo ectópico, mi bebé se había alojado en la trompa derecha, la perdí y me quedé sin posibilidad de tener en forma natural», cuenta Silvina, señalado que su último recurso es la fertilización in Vitro, que es hacer el bebé fuera del útero».
Barceló contó que «me hice dos tratamientos, que son carísimos. Los médicos te dan alternativas, nombres de institutos y hospitales pero todo depende del bolsillo del paciente. Por supuesto que pasamos por un montón de lugares…Crespo…Rosario…hasta llegar a Buenos Aires. Ahí llegué al Hospital Rivadavia que tiene una atención maravillosa. Ellos se encargan del tratamiento pero no lo hacen dentro del hospital, sino a la par con un instituto, cobrando un arancel. Igual es mucho más barato que hacerlo en forma particular». Silvina recordó que «nos salió, hace unos 5 años, no tan caro. A mí en particular me llevó 6 meses, porque te buscan de todo. Una vez que te hacen la historia clínica te dan los estimulantes. Nosotros, como saben todos los médicos, generamos un solo óvulo, pero con los estimulantes me llegaron a sacar 15 en el primer tratamiento.
Finalmente te trasladás, te hacen la extracción del óvulo, del semen, todo en el mismo día. Nosotros nos volvimos a Gualeguay aunque hay parejas que pueden quedarse.
Son tres días la fertilización, hasta que te avisan para la transferencia. El límite es 3 embriones, que es lo que implantaron dentro de mi útero. En el primer tratamiento me quedó uno solo que fue el único que sobrevivió y dio negativo. No sobrevivió. Con la desesperación de ser padres, al mes lo volvimos a intentar. Yo tenía 24 o 25 y nadie me había dicho que era riesgoso hacer otro intento tan seguido. Había que esperar tres meses como para que las drogas que había ingerido mi organismo no me causaran quistes en los ovarios. Creo que con esto muchas parejas se pueden sentir identificadas. Finalmente, gracias a Dios quedaron tres embriones y uno dio positivo. Es el nene que tenemos hoy».

Silvina, cuenta también que «queremos seguir intentándolo, por eso la importancia de la ausencia de cobertura médica. Nada, ni siquiera los medicamentos porque son a precio de dólar. Ninguna obra social cubre nada, ya la palabra infertilidad es como mala palabra. Por eso estamos trabajando a nivel nacional para que el Congreso actúe. La OMS (Organización Mundial de la Salud) la considera enfermedad y en Argentina no es así».

El objetivo ahora es el Congreso. «Queremos que el parlamento sanciones esta ley y se reconozca la infertilidad como enfermedad, lo que permitirá que las obras sociales lo contemplen».

Bruzzone contó que «yo arranqué casi de adolescente cuando tuve una peritonitis, que ocasionó una infección abdominal. Ahí se quedaron las trompas tapadas. Me casó a los 18 y a los 21 sabía que no podía tener hijos. Esto fue hace 10 años. Desesperada me metí en cuanto instituto había, o donde me decían de una posibilidad iba. Finalmente hace dos años, por un programa de Buenos Aires, gané una consulta médica con un especialista. Fuí y aclaro que la consulta sale 600 pesos. Empecé otra vez mi búsqueda de un hijo, congelé embriones pero nada. Mi historia es larga, la resumo en pocas palabras, pero todo muy difícil. Hay que hacerse análisis cuando estás menstruando, cuando no, biopsias, nuestros esposos pasan por muchos consultorios. En fin, es un mundo que no se conoce y quizás la gente opina desde afuera pero sólo las parejas que pasamos por esto lo sabemos. A veces ni siquiera a nuestros familiares les contamos porque no los queremos involucrar tanto, porque es doloroso. El tiempo pasa y nos ponemos ‘viejitas’, pero queremos ser padres».
Evangelina remarcó que los que les pasa es la consecuencia de alguna enfermedad que tuvieron. «Le puede pasar a cualquiera, tanto al rico como al pobre. Mi tratamiento llegó a costar 22.000 pesos. Sólo en estos dos últimos años pagué una operación de 8.000 pesos».

¿Qué pasa en otros países?. «Se considera como enfermedad, incluso los tratamientos son gratis como en España, Estados Unidos. Justamente por lo que luchamos es que en Argentina sea igual. Congelar embriones es muy caro…no se puede hacer de un día para el otro. Además los tratamientos son inyecciones abdominales mañana, tarde y noche».
El objetivo próximo de las parejas es llegar a las 300.000 firmas. Sólo así el Congreso estará obligado a darle tratamiento al proyecto. «Sólo así se podrá considerar como enfermedad. La fertilización asistida de alta complejidad es carísima y así como nosotros pudimos hacerlo otras se quedaron en el camino porque no tienen sustento económico. Los que son jóvenes tienen que aprovechar y hacerse los estudios porque a veces uno se deja estar porque cree que tiene tiempo. Lo que pedimos es que se acerquen a nosotros que estamos luchando por la misma causa».
Tanto Barceló como Bruzzone pidieron que las parejas que así lo quieran, desde la página web bajen las planillas e inviten a firmar al resto de los ciudadanos. «Ahí mismo está la dirección de correo donde se pueden enviar firmadas o bien me las acercan al local de mi esposo, en Palacios 208. Una vez que juntemos todo, las mandamos a Buenos Aires», agrega Barceló, recordando que igualmente han distribuído planillas en muchos comercios de la ciudad.


En esta página web: www.infertilidad-arg.com.ar aparece la información sobre el proyecto. «Esta página está hecha por parejas que tienen problemas para concebir. Los institutos que convienen, los médicos, si alguien le sobraron medicamentos pueden recibir ayuda, etc. Es una comunidad de parejas que comparten sus problemas».

Link a la nota: http://www.gualeguayaldia.com.ar/?showarticle=201216032100&PHPSESSID=jcrbf82nejfql5851mqrdge887

Primer Nota - Entre Rios