jueves, 4 de septiembre de 2008

nota de la semana. DEBATE PREGON (E,RIOS)

Jueves 04 de Septiembre de 2008 - Gualeguay . Entre Ríos. redaccion@diariodebatepregon.com.ar

NOTA DE LA SEMANA
"Esta enfermedad es una enfermedad de a dos"

En diálogo con esta Sección de "EL DEBATE PREGÓN", Silvina Barceló nos habla sobre esta enfermedad y sobre la lucha de una comunidad de matrimonios de todo el país, para conseguir la Ley de Infertilidad, que abarcaría muchos puntos importantes, como la cobertura de los tratamientos por parte de las obras sociales y la regulación de los embriones que sobreviven y no son inyectados en la mujer. Silvina y Juan son padres de Ángelo, a quien lograron concebir luego de intentar el tratamiento en dos oportunidades. Hoy, están realizando otro tratamiento.


¿Desde hace cuánto tiempo se viene gestando este proyecto?

Barceló: Este proyecto, "Sumate a dar vida", salió a la luz masivamente el 17 de mayo cor un abrazo simbólico al Obelisco que realizaron un grupo de matrimonios. Pero comenzó mucho antes, en una página de internet cuya dirección es: www.infertilidad-arg.com.ar, que fue creada por Carina Dugo, quien tiene esos problemas y tuvo la idea de comunicarse con otras parejas que estaban pasando por lo mismo. Así fue que se gestó una especie de comunidad que se ha organizado muy bien. Existe una representante del interior que vive en San Luis y es mi coordinadora, la responsable de prensa, que ha sacado el tema por los medios nacionales.

¿Tuviste algún problema con tu obra social?

Barceló: Hasta el día de hoy, no he tenido problemas con mi obra social; me ha cubierto todos los estudios; los que no, me los he realizado en Buenos Aires, en un hospital, el Rivadavia. Sería bueno que en todos los hospitales públicos se trate esta enfermedad porque la esterilidad, la infertilidad son enfermedades. En mi caso, tengo las trompas tapadas producto de una infección no detectada, pero existen infinitas que pueden afectar tanto a la mujer como al hombre. Esta enfermedad es una enfermedad de a dos: te une o te separa.

¿Han pensado con tu marido en hacerle juicio a la obra social como otras parejas que ya lo han intentado y han ganado?

Barceló: Me parece que es egoísta porque al hacer un juicio a la obra social sólo obtendría un beneficio yo y desde que comencé con esto yo estoy luchando por todas las parejas que tienen este tipo de problemas en Gualeguay y en otros lados. Yo la pasé y la sufrí sola con mi marido, juntando cada centavo y me imagino lo que debe ser para una pareja que no puede juntar el dinero, que no tiene obra social y que no cuenta con esta ley. Este grupo está en toda la Argentina y es "todo para todos".

¿Qué falta para que jurídicamente se reconozca a la infertilidad como una enfermedad?

Barceló: Tenemos que juntar trescientas mil firmas para una ley, que debería haber salido. Este es el cuarto proyecto. Yo no entiendo mucho de leyes, soy una simple mamá, ama de casa, que un día se metió al chat y decidió participar en eso que creo es muy importante y va a ayudar a muchas parejas. La gente de Gualeguay me ha ayudado mucho, colaborando con su firma, me ha dado mucha fuerza para seguir adelante.

Además del apoyo de la gente en general, ¿se acercan parejas con este tipo de problemas?

Barceló: Sí, se acercan a preguntar. Hay muchas parejas que se van directamente a un instituto privado en donde el tratamiento es mucho más costoso, sólo una consulta cuesta alrededor de ochocientos pesos. Por eso, mi intención es informar que también están los hospitales públicos; en Buenos Aires: el "Duran", el "Hospital de Clínicas" y el "Rivadavia"; muchas veces se le tiene miedo a lo público, pero sé, porque me estoy haciendo tratar en uno, que la atención es excelente y gratuita. También, me cuentan lo que les van a hacer y me preguntan si les va a doler y yo los entiendo porque cuando arrancamos con Juan, mi marido, no sabíamos qué hacer. En Gualeguay, en este momento, somos cuatro matrimonios los que estamos en esto y nos cuesta mucho sumar a otras parejas.

¿La infertilidad y la fertilización asistida sigue siendo un tema tabú?

Barceló: No tanto como hace diez años; hoy se está hablando más en los medios de comunicación. Se está dando mucho más información y nuestra intención es esa, inclusive, con la firma me han preguntado si sólo tiene que firmar la gente con esta enfermedad. En realidad, pueden firmar todos los que quieran ayudar y apoyar esta causa. Yo lo tomo con naturalidad, por eso puedo hablar del tema.

Vos ya hiciste el tratamiento y nació Ángelo ¿cómo fue tu experiencia?

Barceló: Yo tuve que hacer el tratamiento dos veces. La primera vez, sobrevivió un solo embrión que fue el que me inyectaron; esto no se hace en el Hospital, sino que te derivan a uno de los institutos privados, con un arancel hospitalario. Hace cinco años atrás nos costó mil quinientos pesos, cuando en un instituto privado salía directamente entre ocho mil y diez mil pesos. Luego que me transfirieron ese embrión, tuve que viajar y hacer quince días de reposo, para poder hacerme la beta, que es el análisis que indica si estás o no embarazada. A mí me dio negativo, fue un golpe duro pero tuvimos el apoyo y aliento de amigos y familiares para que volviéramos a intentarlo. Así, que lo intentamos por segunda vez. En esa oportunidad me inyectaron tres embriones. Sobrevivieron siete u ocho, y luego de firmar el contrato, transferimos tres que es el límite. Viajé para hacer el reposo, a Tala, donde me cuidaron mis suegros, mientras que mi marido estaba trabajando en Gualeguay. Cuando me hice el análisis, dio positivo; imaginate la emoción, el tener que contárselo por teléfono a Juan y, también, la incertidumbre de no saber si era uno, dos o tres hasta que viajamos a Buenos Aires para hacer la ecografía. Finalmente, nació Ángelo.

¿Qué ocurre con los embriones que sobreviven y no son inyectados?

Barceló: En el mismo contrato por el cual te transfieren el o los embriones, se establece que quiere hacer la pareja con los restantes embriones. Existen tres opciones, congelarlos, donarlos para otras parejas o donarlos para experimentos médicos. La tercera opción no la elige ninguna pareja. Nosotros decidimos congelar los embriones, para utilizarlos en otro nuevo tratamiento en caso de que el segundo fallara, y, de lo contrario, donarlos a otra pareja. Pero en el instituto nos llamaron para avisarnos que los cinco embriones no habían sobrevivido. La intriga más grande que nos queda a todas las parejas es saber si, en verdad, esos embriones no sobreviven o ellos los venden. Hasta hoy, tenemos miedo de ir a Buenos Aires y encontrar un nene igual a Ángelo. Para los institutos, somos un negocio; si esta ley sale, a muchos institutos se les viene abajo este negocio.

¿Entonces esta ley también regularía este punto?

Barceló: Sí, obligaría a estos institutos a hacer un censo de cuántas personas se fertilizan por año, cuántos embriones están congelados. Años atrás se intentó hacerlo pero luego se abandonó. En España se realiza y funciona muy bien. La Iglesia Católica está en contra de este procedimiento, por eso, uno de los puntos de la ley es no donar los embriones que sobrevivan y no sean inyectados; sólo se podrían congelar los embriones para una pareja; en caso de donar, el espermatozoide, por un lado, y, el óvulo, por el otro. Aparte de eso, la ley abarcaría muchas cosas.

¿Dónde puede firmar la gente que quiera sumarse a este proyecto y cómo se pueden contactar con vos parejas que tengan estos problemas?

Barceló: Este domingo a partir de las dos de la tarde, estaremos juntando firmas en el Parque, en Radio "Activa" que festeja su primer aniversario y nos invitó a estar presente. Cualquier pareja que tenga alguna duda, puede contactarse conmigo en "sumateadarvida-entrerios@hotmail.com" o en el blog "sumateadarvida.blogspot.com"; estoy conectada, todos los días, hasta las tres de la mañana.

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